viernes, 3 de diciembre de 2010

Ego Sum Qui Sum

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? entre otras más, resultaron ser las peguntas hacia donde se orientaba la filosofía, según mi formación escolar. Cuando me plantearon estas preguntas en el colegio, generosamente, me dieron la respuesta a todas y a cada una: Son irresolubles. ¡Vaya jueguito grosero y mentiroso!

Cuando completé el álbum de Max Caiman, las últimas láminas mostraban a Max contando como el Pibe Valderrama sería la gran figura del torneo de fútbol colombiano. Como "Pachequito" sería la gran revelación del torneo y como el Junior de Barranquilla, pese a todo pronóstico, sería el campeón del fútbol colombiano... También dijo que la selección Colombia clasificaría al mundial de USA 94 goleando a Argentina, pero lo que pasaría en esa copa del mundo se lo guardaba...

¡Maldito lagarto! Todos los "pronósticos", por supuesto, fueron publicados después de ocurridos.Pero yo tenía Fe en el caimán. Tenía fe en muchas cosas (cuatro angelitos velen mi cama...). Pero Colombia no pasó de primera ronda en el mundial. Andrés Escobar hizo un autogol y lo mataron. El 19 de julio, dos días después de la final entre Italia y Brasil, entraba sonriente a la casa de mi abuela encontrándome con un incomprensible panorama de llanto femenino.

Recuerdo llegar y encontrarme en la puerta a Toño y a Magola quien dijo, secándose las lágrimas: ¿cómo le fue Luisito?. Crucé la entrada y comencé a subir las escaleras pensando en esconderme en el "cuarto de los niños" (Qué así se llamaba la habitación que alguna vez fue de mi padre, luego de Toño, y luego de todos los nietos) cuando mi prima, "La Mona", me abrazó, de repente, muy, muy fuerte y dijo algo así como: "Tranquilo". La miré y ella remató: "Fufo se murió". No solté una lágrima, pero recuerdo que mis pasos eran suaves, como para no despertar a nadie, ni siquiera al difunto. Yo quería mucho a Fufo, pero cuando vi a lo lejos el cuerpo inerte sobre la cama pensé que se iba a levantar y me iba a decir "Petardo" o peor aun: "maricón" (así me llamó cuando me descubrió leyendo "Corazón" escondido detrás de la puerta del "cuarto de los niños"),me asusté. Entonces no avancé, me alegró que la Mona me abrazara así. Creo que no me abrazaba desde que, con Diana, me obligaban a ver las películas de Hallowen y los "cariñositos" en el cuarto de Matu.

Pero mi abuela me llamó y me dijo algo así como "ven Tesoro". Entré al cuarto de mis abuelos. Ya me había acostumbrado a ver a Fufo acostado, pero rara vez dormido. Cuando Pipe venía de vacaciones, Roberto se las seguía todas. Yo era el mayor y se suponía que debía vigilarlos (fracaso). Nos metíamos al armario de los abuelos y hurgábamos entre los calzoncillos de Fufo, cajas de habanos y de pañuelos o cogíamos sus sombreros para jugar a Dick Tracy (buscábamos tesoros). Pero Fufo estaba despierto.

Cuando mi abuela me dijo que entrara al cuarto, lo hice de forma tranquila y ahí lo vi. Lo vi verde. Cada vez que recuerdo ese momento es en lo único que pienso. Verde. Mi abuela me dijo que le diera un beso. Obedecí. En ese momento comencé a llorar y salí corriendo hacia el cuarto de los niños. Allí me encerré. Los días siguientes fueron raros, anestésicos, jugué horas y horas de Nintendo.

Max Caimán no volvió a sonar. Antes de Fufo había muerto Luisalbo, de quien apenas conservo recuerdo. Pero a veces pienso en el tiempo y en la muerte.

Recién cumplí 28 y ya tengo mi lista de los que se me murieron. Gente cercana o al menos conocida, y me jode: Panterita, Rafa Mejía, la Goldin, Josefina, Terito, Magola, mi abuela Fannny, Joaquín, Capiche, Fabio, el cura Jorge Enrique, "El Viejo" (Hernán Gómez), Clarisa, el cura del VW hijo de Clarisa, Angelita Salazar, "El Doc" (papá de Duque) y, más recientemente, Álvaro, el papá de Miguelito.

Dios se le apareció a Moisés en una montaña.Cuando Moisés le preguntó que clase de dios era, la respuesta fue: "Ego Sum Qui Sum" . Si ese mismo dios se me apareciera hoy y me diera esa respuesta creo que sólo atinaría a decirle: Sí. Eres quien eres, un cabronazo.