domingo, 22 de julio de 2012

Lucky Strike

La muerte está aquí. No es que llegue apenas. Cuando yo vine ya estaba. Ella sabe que nos dimos cuenta de su presencia desde el primer instante ¿no es el llanto de los recién nacidos su primera señal de vida? Dicen las estadísticas, y el esfuerzo de buscar un sitio en el autobus, que este vasto (basto) planeta está habitado por más de siete mil millones de personas. Quienes numéricamente son 7.000.000.000. Y, gráficamente, están en facebook. Siete mil millones... vivos... ¿Cuántos son los muertos? muchos más. Dicen que hay sobre población. ¡claro! pero de cadaveres. Seguro que son más de siete mil millones. Y por lo menos de tres a cinco de esos que se pudren o ya son polvo escribirían esto que escribo ahora, no sólo mejor, sino con atrevimiento sincero. No digo que mienta, pero mi honestidad fue mutilada por las buenas maneras. La urbanidad siguen diciendo unos. Otros ya dicen urbanismo y no tiene ni puta idea de lo que están hablando mientras se sacan un moco con disimulo.
La muerte está aquí. Es natural la angustia. Pero la angustia natural carece de mérito.  La que vale es la angustia conquistada, ergo, el placer difícil...