jueves, 15 de diciembre de 2011

No sé por qué...

Yo a este blog ya ni me asomo. Y creo que los pocos que lo hacían tampoco lo hacen ya. Hacen bien. Yo hago mal cada vez que lo leo. Y mi hacer es aun más canallesco cuando comienzo a teclear. ¿Blog? "Tengo un Blog!", "soy bloggero". Suena horrible. Me sorprende que apenas ahora lo piense. Me sorprende más aun que no haya asumido la traducción que se le da en español: Bitácora. "tengo una bitácora", "soy bitacorero". Y es que "Blog" hasta en inglés suena feo.

Pero a lo mejor es acertado. Porque blog puede servir perfectamente como una onomatopeya de arcada que se guarda, decentemente, del vómito. Y es que los blog (no quiero escribir más esa palabra, ya ni quiero asumirla)son arcadas con intenciones de vomitar. Pocos vomitan. Yo no he vomitado. Como bitacorero eventual no quiero espantar a mis "seguidores", pero me importa poco perderte, caro lector (¡lector de mierda! ¡lee algo que valga la pena! Se puede renunciar a los cánones sin leer esto)

Además yo aquí sólo he escrito en dos sentidos: hacia atrás y hacia adelante. Ninguna vale la pena, porque hacia atrás sólo hay nostalgia (y ya me di cuenta que no se puede volver) y para adelante sólo una aspiración de tiempos «mejores», imposibles y con aire más moralista que el de mi abuelita Fanny, que no será para mi ni para mis descendientes, que seguramente no tendré (PARÉNTESIS: Si los llego a tener y ellos llegan a leer esto, les ruego que no me perdonen, pero por lo menos que no sean como yo. Que no sean como nadie... mentiras... qué hagan lo que les dé la puta gana).

Se acerca navidad. ¡Qué lindo! me gusta de verdad. Y me gusta sobre todo cuando hay niños y niñas; pero el gusto se me hace agrio cuando veo a esos niños y niñas más grandesitos jodiéndose unos a otros y ya sin jugar. Será porque es en esta época en la que la hipocresía es reina. Me refiero a la navidad. ¿En qué momento les dio por atacar la hipocresía? Sin la hipocresía no existirían los paseos de empresa, los profesores no reprimirían sus erecciones y sus pedos en las clases que dictan y las familias no podrían serlo. Porque no importa toda la mierda verbal y mental o el olvido que nos hayamos descargado unos a otros: Llegó navidad. Gracias a la hipocresía el mundo este a logrado ser solidario y los enemigos han logrado tender puentes de encuentro.

Pero la hipocresía se malentendió y se tomó por llana falsedad. Y eso estaría muy bien si la consecuencia no la hubiera pagad la honestidad. El descarado y el sinvergüenza ya no son ni lo uno ni lo otro. Dicen: "Yo no soy hipócrita, soy honesto". Canalla vil: llamas honestidad a tu naturaleza sucia. "Patriota", "hincha", "partidario", "activista", mentiroso. Adornas de falsa virtud tu farsa.

¿Nos entendemos o no, lector o lectora? ¿Blog? No es bitácora, siempre quise hacer una, pero pensaba que no sería hasta que me embarcara. Ser hipócrita...