sábado, 28 de abril de 2012

Una mínima y máximas de enemigos que insisten en fingir su muerte (o en esconderse)

Prefiero el billar al golf. Alguno decía: "Los dos son juegos sin sentido. Las bolas no tiene porqué entrar en el hoyo, sólo golpear de seguido". Ignoro lo que mi amigo pretendía decir con esto, pero en fin... Prefiero el billar al golf. Ambos se juegan sobre un "green", pero el billar requiere menos espacio, menos agua, el carrito no es ni una opción plausible o necesaria y la barra del bar suele estar más cerca. Añado algo a favor del billar: Permite reflexiones fáciles. Aquí va una (pobrísima): Ves la bola que tienes que enviar al agujero. La bola está al lado de éste. "Dale suave", te dice alguno. Otro, aparentemente más entendido, señala con el taco: "Tirá a este lado (señalando) y así la bola golpea en el borde de la azul (siempre indicando con el taco)y golpea a la tuya, y adentro. Pero no le des muy suave que no llega. Tampoco muy fuerte que se te va la blanca". Y así. Golpeas, y.... bueno. Supongamos que entra. Al menos uno, dirá "¿viste? así era". Supongamos que fallas. Todos dirán: "Por no hacerme caso". (De niño, cuando obtenía buenas calificaciones en el colegio debía darle gracias a dios. Cuando las cosas no salían terriblemente pero no me calificaban con una nota alta me leían la parábola de los talentos...)

Hasta aquí la mínima.

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"Las mujeres son como las revoluciones: Siempre se hacen esperar demasiado y llegan en el instante en que ya nadie las esperaba" E. Jardiel Poncela

"La grandilocuencia ideológica no hace necesariamente surgir grandes escritores, ni siquiera buenos; diría que, más bien, engendra criaturas deformes". H. Bloom

"Como uno de los invitados no llegó a la hora señalada, yo propuse, como es usual en tales ocasiones, que sirvieran la comida, añadiendo: «¿debe hacerse esperar a seis personas por una?» «Claro que sí - contestó Johnson -, si esa una sufre más porque os sentéis a la mesa que las seis por esperar» J. Boswell [La vida del Dr. Samuel Johnson]

"Buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio" Calvino

"Y quiera Dios que sólo sepa por las historias cuántas veces nos lleva el vientre hasta las puertas de una muy angustiosa muerte por negarnos a un sólo pedo; y ojalá el emperador que nos dio libertad para tirarnos pedos por todas partes, nos hubiera dado el poder para ello" M. de Montaigne

"Es un gran misterio. El hombre no puede conocer su mente porque la mente es el único medio que dispone para conocerla. Puede conoce su corazón pero no quiere. Y hace bien. Es mejor no mirar ahí dentro. C. MacCarthy

3 comentarios:

  1. Están muy chéveres las citas. La de esperar a que alguien llegue parece algo que hubiera dicho mi papá.

    A mí también me hablaban todo el tiempo de la parábola de los talentos. Crecí convencida de que me iba a ir al infierno, yo sólo quería (y quiero) vivir tranquila.

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  2. Tati (Lalu), los talentos. Hoy en día les doy algo de razón. Pierdo tanto tiempo (si es que eso es posible hacerlo).

    Si a lo de la espera, que te recuerda al dicho paterno, te refieres a la nota de Johnson, no dudes en buscar el libro escrito por Boswell. Vale la pena.

    Por hacer hincapié en la recomendación (y por conectar con algo que había escrito sobre el leer y que me quedé en deuda en una entrada anterior) , te regalo una transcripción (que bien merece una entrada): «La gente, en general, no siente inclinación por la lectura si puede lograr otra cosa que le divierta. Tiene que haber para la lectura un impulso externo: Emulación, o vanidad, o avaricia. El progreso que el entendimiento logra por medio de un libro tiene en sí más de molestia que de placer. El lenguaje es pobre e inadecuado para expresar las delicadas gradaciones y complejidades de nuestros sentimientos [...]. Se ha dicho que hay placer en escribir, particularmente en escribir versos. Admito que puede sacarse placer de escribir, después que se ha terminado, si hemos escrito bien, pero no lo volveríamos a hacer de buena gana. Sé que cuando he escrito versos, a cada momento miraba para ver los que había hecho y los que me faltaban todavía».
    Abrazo

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  3. Voy a buscar el libro, entonces. Ojalá sea fácil encontrarlo en Colombia.

    Sobre la transcripción sobre la lectura, bacano que hicieras una entrada. Me identifico en parte con la transcripción, pero no del todo.
    Cuando estaba más pequeña prefería leer a casi cualquier cosa, aunque tenía muchas cosas ricas para hacer y hermanos y amigos con quienes jugar.

    Hoy, cuando leo, me siento muchas veces buscando una felicidad perdida, la que me daba leer antes y que ahora no encuentro casi en ninguna parte.
    La parte de la escritura me dio mucha risa, generalmente siento impaciencia por acabar las cosas que estoy escribiendo.

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