martes, 8 de diciembre de 2009

Un Sainete (Aporte a las artes escénica Nº 1)

Cansado de "happenings" y "performance" tontísimos y por sobre todo aburridos, pues todos quieren ser "socio - algo", aquí va mi cuota de originalidad carera y mangana:


SOBRE LA CONVENIENCIA, LA DECENCIA Y EL CUMPLIMIENTO

A Pablo González Rayo

SAINETE EN UN SOLO ACTO (Curiosidad: Jardiel Poncela definió el amor como una comedia en un sólo acto: El sexual. Aquí verán poco de eso)

PADRE: Oye Juan.

HIJO: ¿si papá?

PADRE (mientras toma un sorbo de vino): entonces no olvidás despertarme mañana temprano…

HIJO: No señor ¿a qué hora?

PADRE: Siete y media

HIJO: Bueno

PADRE: Juanito.

HIJO: ¿señor?

PADRE: Cuidadito se olvida

HIJO: (el chico muestra una sonrisa de confianza, parece reflejar que por primera vez tiene poder sobre su padre) Tranquilo, Pa. Yo tengo partido a las ocho, o sea que antes de las siete ya estoy despierto.

PADRE: Bueno mijo, yo sé, pero si quiere le digo a su mamá, pa’ que vaya más tranquilo. Ojalá ganen ¿contra quién juegan?

HIJO: Contra los de “La imparcialidad”. Fresco que lo ganamos seguro. Esos nunca se ponen de acuerdo. Tranquilo Papito que yo lo despierto.
PADRE: Bueno, hasta mañana. Si salimos temprano hasta lo llevo. Vaya a darle un beso a su mamá.

HIJO: Bueno señor. Buenas noches.

PADRE: Hasta mañana. ¡No se le olvide rezar!

HIJO: Bueno.
(Cambia la iluminación de la escena, es mediodía. La madre está moviéndose de un lado a otro sin saber que hacer en actitud de preocupación, haciendo como quien limpia la entrada del hogar. El hijo entra sudoroso y con los guayos colgados al hombro. La madre apenas lo ve llegar lo abraza de manera entregada)

HIJO: ¿Qué pasó mamá? ¿Se murió el abuelo?

MADRE: ¿¡Cómo se le ocurre decir eso!? Allá está su papá echando chispas por su culpa desde hace una hora.

HIJO: ¿Por mi culpa? ¿Y yo qué hice pues?

MADRE: ¡Yo no sé! Vaya y arregle con él.

HIJO: Bueno.
(El padre está en su sillón mirando la televisión, su expresión se muestra intencionalmente poco amable)

HIJO: ¿Qué hubo Apá?

PADRE: ¿Cómo les fue?

HIJO: Nada, empatamos.

PADRE: ¿Qué le pasó está mañana? ¿Por qué no fue al cuarto a despertarme?

HIJO: Me da mucha pena papá pero yo si fui a su cuarto a la hora qué quedamos.

PADRE: ¿SIiiii? ¿y entonces porqué no me despertó, ¡güevón!?

HIJO: Pa, pues porque usted estaba durmiendo y me dio pena dañarle el sueño…

2 comentarios:

  1. Don Luis: Reduce usted claramente en el título mis intenciones. Espero que su acertado estilo, permita que tan absurda anécdota se convierta en uno de sus cómicos apuntes (A veces no estás inspirado...)

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  2. Puaff!! no obedece a inspiración sino a lo conmovedora que me pareció la historia y extrañamente la recordaba con singular simpatía. Bien o mal, esta es mi versión, que espero no le haya disgustado del todo

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